martes, 25 de marzo de 2014

La vida

La vida, que dos palabras tan grandes. Pesan mucho más que su opuesto yo pienso. A mi me encanta, tienes oportunidades en cada esquina, en cada calle, en cada paso que das... Y eres tú el que elige verlas o no, aprovecharlas o ignorarlas. No estoy de acuerdo con que se deban de aprovechar todas y cada una de ellas, solo las que de verdad nos interesen, pero si aún no sabes muy bien hacia dónde va tu vida, ¿por qué no? Se aprende ensayando. A una persona que no haya observado diferentes ámbitos laborales no puedes pedirle que decida una profesión para todo su futuro. En verdad, es lo que nos hacen a todos: cuando estamos debatiéndonos entre salir un sábado o quedarnos en casa, nos preguntan que qué queremos estudiar durante unos largos años para llegar a ser algo que realmente no sabes muy bien qué salidas tiene. Nos hacen madurar demasiado deprisa, nos preparan a todos como iguales, sin ver que cada uno es diferente, y los que no quieren seguir en ese juego, los que dejan los estudios, son los desviados, lo que no serán nada. Creedme, no digo que estudiar no sirva de nada, pero que se le da mucha más importancia de la que tiene, por supuesto. ¿No se aprende más cocinando que leyendo recetas? Pues en todo lo demás, igual.

Qué extraño, es tu vida y prácticamente en ningún momento llevamos las riendas nosotros mismos. Primero te cuidan tus padres, y ahora cada vez más con esto de que no hay trabajo, no hay casa... después puedes tener novio/a o no, puedes estudiar o no, te puedes casar, puedes tener hijos... Y dime, ¿en qué momento has estado solo? Realmente muy pocas personas han estado "solas" (siempre con el apoyo de sus familias, amigos, seres queridos, pero me refiero a la toma de decisiones fuera de los deseos ajenos), y esas personas son muy grandes. Tras haberlo pasado mal por salirse de la regla, por no haber querido estudiar más, por no haber querido casarse, por haber estudiado lo más raro del mundo... Sí, son grandes, el esfuerzo les hace grandes, pero más que el esfuerzo, la pasión, el darlo todo por ti mismo. Y, ¿sabéis qué es lo mejor? que nosotros también podemos ser grandes, y con cosas más pequeñas. ¿No os ha apetecido nunca iros solos a dar un paseo y por vergüenza no lo habéis hecho? Cosas como estas pasan: salir a dar un paseo, ir a ver el atardecer, salir a sentarte en un banco y mirar la luna, perderte, leer por ahí, bailar en plena calle... No sé, son cosas que me van apeteciendo, y en verdad, esas pequeñas cosas son las que te hacen sentirte dueño de tu vida. Es un consejo que os doy, si de repente sentís la necesidad de salir a dar un paseo, hacedlo, disfrutadlo, la gente no va a decir nada, nadie os va a tomar de locos, si os dais cuenta, las personas mayores son las que más hacen estas cosas, ¿por qué? ya se dieron cuenta de que no pasaba nada, apréndelo antes que ellos.