Es increíble la cantidad de personas que nos cruzamos durante el día. ¿Y si ese chico de mirada penetrante es tu media naranja? ¿O la pelirroja con el piercing en la nariz podría ser tu mejor amiga? Tantos enigmas que nos podemos plantear a lo largo del día, pero con una difícil solución.
Aquí vuelvo a meter el tema del destino. Él ha querido que cada persona tengamos a un número contado de personas en nuestras vidas, ya caben conocidos, amigos, familia... Y si nos ponemos a pensar, todo el mundo conoce a alguien que conoce a alguien... Eso ahora está muy visto con las redes sociales: agregas a un chico que conociste en la discoteca anoche y.. ¡anda!, pero si conoce a fulanito, que a su vez conoce a menganito... Y así, hasta llegar a, por ejemplo, Lady Gaga.
Pero a lo que iba, está claro que no vas a parar a cada persona que te cruces para ver si podía ser algo tuyo, primero porque no acabarías, y segundo porque imagina, si tú ya tienes suficientes líos en la cabeza, de que una amiga me ha hecho una putada, que si el otro amigo no hace más que beber... ¿Qué pensamos? ¿Que los que nos cruzamos podrían ser mejor? Pues de todo habrá, como siempre, pero con lo que tenemos ya es suficiente, no hay por qué abusar. Las cosas son como tienen que ser, no como tendrán que ser ni como tendrían que haber sido, y espero que esta frase quede clara.
Y bueno, hasta el momento nada más, esto fue un día paseando que me puse a mirar a la gente, todas las personas distintas, en grupos, solas, en familia... Una chica llorando por el paseo pidiéndole un cigarro al de un kiosko y una cerveza... Una pareja de ingleses ya mayor riendo a carcajadas... Gente, sin más, con todo.