¿Puede cambiar la forma de ver a una persona?
Evidentemente sí.
Pero, ¿Eres tú quien cambia o es el otro?
En mi caso, soy yo, y es de lo más placentero.
He pasado años junto a la misma persona. Unas temporadas mejores, y otras peores.
Al principio casi siempre es todo muy bonito, pero he dicho mil veces que prefiero lo que vino a cómo comenzó, y con eso no quiero decir que no fuera precioso.
Lo que pasa es que, al tiempo, me di cuenta de lo bonito que era conocer a la otra persona, y que te conozca. No tener que explicar nada, no tener que preguntar. Simplemente ser y estar.
Mi problema era que me conocía mejor de lo que yo me conocía, y de lo que lo conocía a él.
He vivido desde un punto egoísta, pensando en que la vida me debía a alguien como él, y que ahora podía ser yo misma sin sentirme mal. Podía enfadarme y me lo permitía, y echar cosas en cara porque él me lo permitía. Hasta que esa roca que pensaba que tenía, se hizo arena.
La ventaja es que, aunque yo no lo supiera, mi corazón se había hecho de piedra también, y se deshizo cuando lo hizo él.
¿Qué me pasaba?
Busqué durante mucho tiempo libertad sin querer alejarme de la roca. Quería irme, y volver, y experimentar. Pero estaba atada a una roca.
No quiero explicarlo mal. Esa roca no era un lastre. Todo lo contrario. Esa roca era mi cueva, era mi hogar. ¿Por qué entonces quería irme?
Al convertir mi corazón en arena, se dio la vuelta, como si fuese un reloj lleno de ella, y ahí empecé a ver.
Me di cuenta de que las rocas no son para siempre, y de que la vida me había regalado a una persona como él. Quizá para saldar algo, sí, pero eso no es para siempre.
Llevo un tiempo volviendo a sentir cuando le miro a los ojos, que ya daba por sentados. Acercándome a él cuando antes me alejaba. Pensando en sus sentimientos, cuando antes solo veía los míos.
He vuelto al principio, a cuando nos conocimos. He visto que sigue siendo el mismo, con los mismos valores, pero con más madurez. Y me he visto a mí, que era más yo entonces que hace unos meses.
No ha cambiado él, y no ha cambiado mi forma de verlo.
He cambiado yo.