jueves, 30 de noviembre de 2017

Carta 2: Explosión

Soy un campo de minas.
El único camino en el que estarás a salvo es el que va directo a mi corazón.
Cualquier ligero cambio de dirección, cualquier roce, un parón en el camino, tirar una piedra, un grano de arena... todo puede hacer que explote.
Cuando explota una mina, es difícil que no haga efecto dominó, y aún más difícil que no existan daños, colaterales, laterales o de frente, siguiendo el camino, directo al corazón.
Soy así de delicada.
Para llegar a mí tienes que ir o con cuidado, o corriendo, siempre hacia el corazón. Tienes que observar, calcular tus pasos, tienes que dejarte de juegos.
Al fin y al cabo, estás en un campo de minas.
Al fin y al cabo, soy una persona, al fin.